Aprender se puede forzar…
El aprendizaje continuo está en la naturaleza humana, no tenemos elección. En cambio sí podemos decidir cómo queremos aprender.
Recordando púpitres y viajes de fin de curso, uno lo ve claro: para tener experiencias reales y conocimientos duraderos hay que experimentar intensamente.
Learning by doing está en boca de todos; y ya sabemos: cuanto más sentidos se involucran, más sentido tiene.
¿Empollar vocabulario sobre la economía mundial, solo en una estancia sin ventilación, o probar juntos expresiones para el vino del picnic en el bosque, tienen igual sentido?
…o gozar!
La naturaleza mima nuestros sentidos, nos acoje y nos libera la mente. Disfrutamos despreocupados de sus olores, colores y formas. Nuevas perspectivas y percepciones nos hacen volver a nosotros mismos. Dejamos atrás la rutina y nos ausentamos haciendo campana, campiña o simplemente blau.
Sin la obligación del aula, alentados por la inspiración y el movimiento, las palabras salen fácilmente y permanecen más tiempo en el oído. Poco a poco cambiamos nuestro punto de vista, miramos, escuchamos, olemos, gustamos, sentimos las cosas y les damos nombre.
¿Cómo hacemos campiña?
Cuando se experimentan situaciones o sensaciones en compañía, no necesitamos ni explicaciones ni de traducciones. Las nombramos y su asimilación en el contexto, reforzados por el diálogo y la conversación, harán que todo permanezca con nosotros. Nunca se trata del mero idioma, sino también del conocimiento específico.
Entendemos nuestros tours como recorridos, no como clases de idiomas. Nuestros acompañantes no son instructores o maestros, sus cualificaciones son las de proponer y guiar.
Las palabras reciben su significado de cada situación y sirven naturalmente para la comunicación: el lenguaje es un medio, no un fin en sí mismo.
recorridos blau en un idioma extranjero
Aprender caminando con nosotros no sólo significa la inmersión en la naturaleza sino también en el idioma. Este método es utilizado inocentemente por todos los niños del mundo, años antes de que lleguen a conocer la palabra, y cada estudiante tiene éxito con él. Los adultos se complican algo más la vida, pero nosotros estamos convencidos: volviendo al seno de la naturaleza se puede conseguir, aun siendo treintañero, cincuentañero o setentañero.
¿y en la lengua materna?
De nuestros recorridos temáticos – la naturaleza en detalle, la fotografía u otros – también se pueden beneficiar los parlantes nativos. No nos importa, como dicho anteriormente, solo el idioma; se trata de una inmersión, del aprendizaje fluido, de aprender caminando. Learning By Going